Un año más, mis amigos y yo volvemos a visitar a nuestro amigo Arsenio y a su señora el primer fin de semana de Noviembre por tercer año consecutivo, lo que significa como os podéis imaginar que cada año acabamos encantadisimos!
El entorno es inimaginable, pueblo rural de lo que quedan pocos, con apenas 30 habitantes y a pie de montaña, literalmente acaba la carretera en la entrada del pueblo. Hacer su interminable ruta hacia el lago de los caballeros o sentarse junto a la chimenea a calentarse unas castañas o hacer unas patatas asadas es uno de nuestros rituales anuales.
Sin duda, 100% recomendable para aquellos que estáis buscando casa rural para desconectar, literalmente.
Y sin duda, lo mejor de todo, sus dueños, que cada año se portan con nosotros como si fueramos de la familia.
Arsenio, el primer fin de semana de noviembre nos vemos, vaya preparandonos los torreznos..
Un saludo,
Santi y sus amigos de Madrid.